Fallo ovárico prematuro: qué es y cómo tratarlo
¿Qué es el fallo ovárico prematuro?
El fallo ovárico prematuro (FOP) es una condición que ocurre cuando los ovarios dejan de funcionar normalmente antes de los 40 años, lo que provoca una disminución de la producción de hormonas femeninas y de óvulos. Esto implica que las mujeres con FOP tienen ciclos menstruales irregulares o ausentes, y dificultades para concebir de forma natural.
¿Cuáles son las causas del fallo ovárico prematuro?
Las causas del FOP pueden ser genéticas, autoinmunes, infecciosas, ambientales o iatrogénicas (relacionadas con tratamientos médicos). Algunos ejemplos son:
- Síndrome de Turner: una alteración cromosómica que afecta al desarrollo de los ovarios.
- Síndrome de X frágil: una mutación genética que puede causar una falla ovárica precoz o una menopausia anticipada.
- Enfermedades autoinmunes: como el lupus, la artritis reumatoide o la tiroiditis, que pueden atacar a los ovarios y dañarlos.
- Infecciones: como la tuberculosis, la malaria o la varicela, que pueden afectar al funcionamiento ovárico.
- Factores ambientales: como la exposición a radiaciones, químicos o pesticidas, que pueden alterar el equilibrio hormonal.
- Tratamientos médicos: como la quimioterapia, la radioterapia o la cirugía ovárica, que pueden dañar o extirpar los ovarios.
¿Cuáles son los síntomas del fallo ovárico prematuro?
Los síntomas del FOP son similares a los de la menopausia, y pueden variar de una mujer a otra. Algunos de los más comunes son:
- Amenorrea: ausencia de menstruación durante más de tres meses.
- Oligomenorrea: ciclos menstruales muy largos o escasos.
- Sofocos: sensación de calor y sudoración en el rostro y el cuello.
- Sequedad vaginal: disminución de la lubricación y el grosor de la mucosa vaginal.
- Dispareunia: dolor durante las relaciones sexuales.
- Alteraciones del estado de ánimo: irritabilidad, ansiedad, depresión o cambios bruscos de humor.
- Insomnio: dificultad para conciliar o mantener el sueño.
- Disminución de la libido: pérdida del interés o el placer por el sexo.
- Problemas de memoria y concentración: dificultad para recordar o prestar atención.
- Osteoporosis: pérdida de densidad y resistencia de los huesos.
- Enfermedades cardiovasculares: aumento del riesgo de hipertensión, colesterol, infarto o accidente cerebrovascular.
¿Cómo se trata el fallo ovárico prematuro?
El tratamiento del FOP tiene dos objetivos principales: aliviar los síntomas y preservar la fertilidad. Para ello, se pueden emplear las siguientes opciones:
- Terapia hormonal sustitutiva (THS): consiste en administrar estrógenos y progesterona para compensar la falta de hormonas femeninas y mejorar los síntomas. La THS se puede tomar en forma de pastillas, parches, geles o implantes, y se debe ajustar a las necesidades de cada mujer.
- Suplementos de calcio y vitamina D: ayudan a prevenir la osteoporosis y a fortalecer los huesos.
- Medicamentos para los sofocos: como los antidepresivos, los antihipertensivos o los fitoestrógenos, que pueden reducir la intensidad y la frecuencia de los sofocos.
- Lubricantes vaginales: facilitan la hidratación y el confort de la zona íntima, y previenen las infecciones y las lesiones.
- Psicoterapia: ofrece apoyo emocional y ayuda a afrontar los cambios y las dificultades que implica el FOP.
- Técnicas de reproducción asistida (TRA): permiten lograr un embarazo mediante la donación de óvulos o la adopción de embriones. Las TRA requieren una valoración médica previa y un seguimiento especializado.
